Elegir el colegio o jardín adonde van a ir nuestros hijos por primera vez es una decisión que puede influir de por vida en ellos. :

Es por eso que los padres no solo deben limitarse a hacer cálculos matemáticos respecto al costo que puede tener elegir uno u otro establecimiento, sobre todo cuando existen los recursos, sino también a buscar aquel colegio o jardín que entregue la mayor cantidad de herramientas para que el niño o niña desarrolle al máximo sus capacidades, y sobre todo sea feliz.

La época de los juegos combinada con el aprendizaje es esencial en la vida de un alumno o alumna que se integra a la vida académica, y aprovechar esa capacidad que tienen los niños de absorber todo lo que se les enseña es lo que el Instituto San Fernando, perteneciente a la congregación Marista, ha sabido desarrollar en el currículum educativo para educación pre escolar

En este contexto el ISF se ha concentrado en formar a sus alumnos más pequeños con tendencias educativas que les permitan potenciar al máximo sus habilidades y aptitudes intelectuales y afectivas.

Jugando aprendo más
Estos pequeños alumnos maristas tienen solo cinco años y sin darse cuenta, ya manejan una de las herramientas más importantes para el mundo actual: inglés, el idioma universal.

Son las 10.30 de la mañana y comienza la clase de inglés. El tema: La ropa y sus colores. Una veintena de alumnos de kínder del Instituto San Fernando responden con un perfecto y fluido inglés las preguntas que les hace su profesora. Cuando empieza la música, brincan de sus puestos para bailar y cantar al compás de la historia de un joven cowboy americano.
Los niños de prekinder y kínder desarrollan sus jornadas en torno a tres temáticas: lenguaje, matemáticas, y artes. A ellas se suman cuatro horas semanales de deportes y tres horas de inglés. Para ello cuentan con excelente infraestructura (salones amplios, material didáctico, gimnasio) y herramientas tecnológicas en el aula como data, pantallas gigantes, y software especializados. De esta forma tienen todo lo necesario para aprender.

Enseñanza personalizada:

Carmen Ceballos, profesional del ISF cuenta que son los niños y niñas quienes planifican su día a día. Deciden en la jornada anterior que es lo que harán al día siguiente. Al otro día llegan y se les entrega el listado de actividades que realizaran. Así les potenciamos el sentido de responsabilidad sin que se den cuenta“.
Según la profesional el sistema educativo siempre los evalúa desde lo positivo, incentivándolos a hacer las cosas bien, “siempre los estimulamos para que hagan sus actividades correctamente. Si la primera vez no les resulta les decimos, ‘tú puedes ¿por qué no repites el dibujo para que el próximo sea mejor?’ Trabajamos desde lo positivo con tal que se den cuenta que siempre pueden dar más”.
También en el aula se trabaja el respeto y la sana convivencia. Se pone énfasis en estos valores maristas que fortalecen el compañerismo, así lo afirma la parvularia Jessica Zárate, “desde que llegan les enseñamos a ser alumnos con espíritu marista, a tener respeto por los demás compañeros, a no gritar en la sala, ni quitarle los materiales al compañero del lado. Si uno de los niños se porta mal, vive un proceso reflexivo donde piensa qué fue lo que hizo mal y como remediarlo”.

Padres unidos al equipo
Los padres de los niveles prekinder y kínder del Instituto San Fernando se comprometen desde un principio a participar en la formación de sus hijos. Según Jessica Zárate, ellos son fundamentales en el trabajo de enseñanza.
“A los padres les enseñamos a acompañarnos en este maravilloso proceso. Saben que mandamos a los niños todos los días con dos tareas pero les pedimos principalmente que actúen como observadores, que ayuden a sus hijos, pero nunca que le hagan la tarea, así nosotras podemos constatar los reales avances del niño”. También se les pide que ayuden a potenciar el sentido de responsabilidad, “los papas saben que son los niños los que deben preocuparse por armar su mochila, hacer la tarea, o traer el cuaderno, así reforzamos la responsabilidad y autosuficiencia del alumno”

Ayudándolos a dar el gran paso
La enseñanza preescolar y el ciclo básico en el Instituto San Fernando están profundamente ligados. Sus profesionales saben que la educación básica es uno de los pasos más importantes para los niños y por eso es fundamental que ambas etapas se complementen.
Según la parvularia Sandra Rubilar, en la etapa preescolar el manejo de las cifras y de las letras es más importante que la simple memorización: “Con nuestros implementos didácticos les enseñamos a reconocer las letras y los números. En el caso de matemáticas por ejemplo, poseen implementos para tocar el número, jugar con él, y hacerlo suyo. Nosotras no buscamos que reciten los números hasta el cincuenta o que salgan leyendo, nuestro objetivo.

es que se apropien de los conceptos para que al momento de llegar al ciclo básico posean la base de comprensión lectora y operaciones matemáticas”.

La importancia de sus primeros años
En el año 2008 los investigadores Dante Contreras del PNUD, Rodrigo Herrera de Mideplan y Gonzalo Leighton de Corfo presentaron un estudio que demostró de manera concluyente la influencia de la educación parvularia en una generación completa de estudiantes chilenos. Recurrieron a la base de datos del Simce de segundo medio de 2001 y la contrastaron con la asistencia a la educación preescolar. Los resultados fueron tajantes: Los alumnos que asistieron a la educación preescolar lograron entre 7,4 y 8,8 puntos promedio más en la prueba Simce de matemáticas que quienes no asistieron y entre 5,8 y 6,6 puntos más en el test de lenguaje.
Así es como la formación de los niños en su etapa preescolar se está transformando en un factor clave para fortalecer la calidad de la educación chilena.