"Señor, te invoco
desde la mañana, escucha mi oración?.que te vea en tantas
personas con quienes voy a encontrarme hoy. Y que en mí vean tu
rostro comprensivo, alegre, servicial. Llena mi corazón de paz y
generosidad?"
Llenos de esperanza y optimismo, una delegación
ampliada que incluyó a dos alumnos y una apoderada de Tercero
Medio, partió con destino a Paredones la mañana del martes 21 de
agosto, con el propósito de tomar contacto con las familias que
recibirán a las alumnas y alumnos de Tercero Medio entre el 7 y
el 13 de octubre, para vivir la Experiencia Rural inserta en el
proyecto de Desarrollo de la Conciencia Social y el Compromiso
con la Justicia.
Junto al Padre Luis Rubio y su ayudante, don
Hernán, iniciamos el recorrido de las Comunidades que abrirán
las puertas a nuestros alumnos para la inserción rural.
Visitamos 6 de las 9 Comunidades: La Población, el Quillay, el
Cardal, La Capilla, Panilongo y Bucalemu. En cada lugar hay una
Catequista encargada de la Capilla y responsable de conseguir
las familias para nuestros jóvenes.
Existe mucha disposición y deseos de recibir a
los alumnos y alumnas de nuestro Instituto. Esto lo constataron
nuestros alumnos, Consuelo Iturrieta de 3ro. B y Matías Quintana
de 3ro. A, a través de las entrevistas que sostuvimos con seis
de las nueve encargadas que visitamos. De igual manera el
encanto del lugar y la disposición de las personas cautivaron a
la Sra. Verónica, apoderada de 3º B.
Al regresar al Colegio, empapados de folclor, de
aromas campestres, de hermosos parajes, de los sueños de los
catequistas, del almuerzo y la coordinación con el Padre Luis
Rubio y de una larga pero entretenida plática con don Fernando
Briones, un vecino de la Comunidad de La Población, sólo nos
restaba decir, contento, Señor, contento de haber entregado
este día al Señor, encontrándonos con su rostro en cada una de
las personas con quienes nos encontramos.
El compartir y la camaradería fue lo que inundó
cada vehículo mientras nos desplazábamos de una Comunidad a otra
admirados por los bellos paisajes adornados con aromos, boldos y
eucaliptos que daban un marco especial de la presencia de Dios
en esos lugares.