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Movimiento MARCHA Acampadas de HUELLA y OASIS
Por
Instituto San Fernando .
Publicado:
5 Abril 2006
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Son las 9,00 hrs. de una fría mañana otoñal. En el corredor de la Básica Superior del Colegio se van reuniendo los "peregrinos" de las cordadas Pehuén y Fuente de Vida. Se saludan como amigos y disfrutan de los tibios rayos del sol...

 
Los Guías de las dos cordadas están ambientando el lugar de la acampada para la “Acogida”. Se destacan las imágenes de la Buena Madre y de Marcelino Champagnat, así como la del Papa Benedicto XVI. Dos peregrinos han formado en el centro de la sala una “cruz” con pequeños cirios de color y han colocado los cancioneros en las sillas. Cuando todo está preparado, el Coordinador de Marcha , Sr. Patricio González, invita a los peregrinos que entren con sus Guías. Les saluda y felicita por haber venido a la acampada en su totalidad y les desea que pasen un día muy feliz. Aprovecha para presentar a Pía Bustamante Zamorano y a Hernán Arcentales, ex-Guías del Movimiento, que animarán la acampada. A continuación, Consuelo Silva y Sebastián Vera, peregrinos de la Cordada Pehuén, motivaron a sus compañeros para “ascender a la cumbre de la montaña en cordada” y pidieron fuerzas al Señor rezando el Padrenuestro. Luego, las dos cordadas se separaron, porque están en etapas diferentes de formación. La cordada Pehuén acaba de terminar la etapa del Llano con el Campamento de Formación y “Fuente de Vida” finalizó su etapa de Sendero con la Colonia de verano. Pero, ¿qué pasó en cada una de las etapas durante el 2005 Para conocerlo los animadores invitaron a los peregrinos a hacer un “Feedback” o retroalimentación grupal de la ascensión de la cordada en cada etapa. Insistieron en que no se trataba de una evaluación ni una crítica gratuita y despiadada del compañero sino una expresión de cariño para hacer más auténticas y sanas las relaciones que se están construyendo en la cordada. Esta dinámica de “introspección” llevó casi dos horas, pues se pretendía que cada peregrino tomara conciencia de su propia ascensión en cada una de las 4 áreas del Movimiento: Vida cristiana – Servicio – Comunidad – Formación.
Con seriedad se concentraron en el trabajo hasta la hora del “almuerzo” que tuvo lugar a las 13,30 hrs. El casino del Colegio se transformó en un lugar de camaradería, en donde se reparaban las fuerzas con la “mirada en torno al pan y en torno a ÉL” ( Kairoi )
 
Después del almuerzo tuvieron un tiempo de relajación y de juego. Eran las 15,00 horas y se hacía sentir el calor. Entonces, los Guías invitaron a todos a pasar a la cancha, en donde corría una agradable brisa y se proyectaba la sombra de los grandes aromos. Pronto aparecieron las cámaras digitales que deseaban dejar impresa en “la página web” del Colegio la alegría que todos sentían en aquel momento.
Un poco soñolientos se fueron por cordadas a sus respectivas salas. Los animadores de las “acampadas” supieron despertar su interés al presentarles el “Ideario” de cada Etapa: los “Contenidos formativos “ y la responsabilidad que iban a tener el Guía y cada uno de los Peregrinos. Con documento en mano todos se pusieron a trabajar, pues tenían que presentar en Cordada cuál sería su SUEÑO para el año 2006, que coincide con los “75 años de Presencia marista en San Fernando”. La cordada “Pehuén” enfatizó el SAC ( servicio de amor concreto ), el cual harían en cordada semanalmente y terminarían con la Colonia de verano del 2007. Por su parte, los peregrinos de la cordada “Fuente de Vida” pensaron en sus “sueños” para este año, a fin de proyectarse al futuro. Uno de esos sueños decía “Buscaremos que nuestras opciones, de la carrera que deseamos seguir en la Universidad, esté al servicio de Dios y de nuestros hermanos más necesitados”:
 
Me llamó también la atención otro compromiso que deseaban asumir: “Procuraremos mantener un equilibrio entre el pololeo o el “carrete” y las responsabilidades con nuestros papás y el Colegio” Casi sin darse cuenta pasaron las horas de la tarde y el sol ya se había ocultado en el horizonte. Eran pasadas las 19,30 horas y desde el corredor se veía brillar en todo su esplendor la luna , que estaba en “cuarto creciente”. Los Guías invitaron a los peregrinos a la actividad final de la acampada.
 
Ambos grupos ambientaron la sala como lo habían hecho al comenzar la jornada.
 
Improvisaron un altar, sencillo en apariencia, pero muy rico en los signos que expresaban lo vivido durante el día. Escucharon con mucha atención el Salmo 22 “El Señor es mi Pastor” “... en verdes praderas me hace recostar...” “aunque camine por quebradas obscuras, nada temo, porque Tú estas conmigo...” Se podía palpar el silencio y la paz
 
Terminada la oración el grupo se puso de pie y se abrazaron en corro para cantar el Himno de Marcha. ¡ Qué bien sonaban sus versos!
 
Ya comenzó un nuevo día y con mi esfuerzo de cada día
con alegría voy a marchar hasta la cumbre voy a llegar También llegó el abrazo de la despedida y yo divisaba que “algo nuevo” había ocurrido en los peregrinos a lo largo del día.
 
Me imaginé que el espíritu del Hno. Fernando de la Fuente, en el 10º aniversario de su martirio, estaba allí presente y daba las “Buenas noches” a aquellos jóvenes, junto con sus Guías.
 
Estimado /a amigo /a : Si tienes la oportunidad de leer estas líneas, puedes tener la seguridad que las he escrito con mucho cariño para ti  
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