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Nadie tiene el amor más grande que el que da la vida por sus amigos
Por
Instituto San Fernando .
Publicado:
30 Octubre 2006
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Lo dieron todo y nos preguntaron durante todo este año hasta donde llegaba nuestro amor por los demás. Con una bella ceremonia religiosa realizada en la Parroquia El Carmen de San Fernando, la comunidad marista recordó a los Hermanos Mártires Maristas fallecidos el 31 de octubre de 1996 en Bugobe, Zaire, mientras cumplían una misión de amor en beneficio de los refugiados en Nyamirangwe, especialmente al Hno. Fernando de la Fuente, quien fuera rector de nuestro Instituto durante 1995 y 1996, desde donde partió hasta el lejano África para cumplir su última gran misión.
La ceremonia religiosa, en la que los profesores de nuestro Colegio participaron en el coro, fue presidida por el Vicario para la Educación de la Diócesis de Rancagua y Capellán de nuestro Instituto, Padre Héctor Fuentes.
 
Nicolás Crocce, Coordinador de Pastoral, en la apertura de la misa, relató pasajes escritos por el Hno. Fernando, donde dejaba testimonios de su misión: “Esto ha sido para mi una gracia del Señor, pues me ha permitido descubrir mundos que jamás pensé encontrar... pasando raudos los días entre soles y tormentas, lejos del mundo, mirando los pequeños brillos de esperanza que existen en el pobre y despreciado refugio”. En la primera lectura, participó el Hno. Pedro Herreros, ex Alumno de nuestro Instituto y Consejero General de la Congregación Marista.
 
Durante el Evangelio, el prelado relató el episodio en el Jesús hace que Bartimeo, un ciego, vuelva a ver luego de pedirle al Señor insistentemente ante una muchedumbre que le hacía callar sus súplicas.
 
En su homilía, el sacerdote relacionó el episodio relatado en el evangelio según San Marcos 10, 46-52; con la pregunta ¿qué le pedimos al Señor hoy Poniendo énfasis en la capacidad de descubrir lo esencial de nuestras vidas, que es el verdadero amor entregándose a los demás, tal cual lo hicieron los hermanos mártires hace 10 años en Bugobe, Zaire. Luego de la Oración Universal, se presentaron las ofrendas. Allí, la Pastoral Social llevó hasta el altar un retablo de las mediaguas construidas durante el año por los profesores, alumnos y apoderados. El Centro de Alumnos llevó una imagen del Hno. Fernando. Juan (#)Bucarey, presentando a los auxiliares, llevó un delantal ejemplificando y ofrendando la importante labor que realizan, al igual que los administrativos que a través de Luz María Erazo, llevaron un cuadro de fotos. Los grupos Marcha, Scout y Gama llevaron signos identificatorios de su labor, mientras que la Pastoral de Apoderados representada por la familia Gutiérrez Contreras llevó hasta el altar el pan y el vino. Acto seguido de la Comunión, nuestro Rector, Claudio Arellano Cortés, en la Acción de Gracias, relató la experiencia vivida por los Hnos. recalcando la importancia de su ejemplo de amor. “Hoy damos las gracias al señor por el regalo de estos Hermanos Mártires. Ellos son para nosotros fuente de vida, ejemplo diáfano del cristiano que renuncia a si mismo para entregarse a los demás”. Luego agradeció a Dios por “el valor de nuestro Hermano Fernando de la Fuente, quien desde su condición de Rector de nuestro Colegio, escuchó el llamado del Padre Dios para abandonarse a su voluntad”. Finalmente, nuestro rector agradeció al Señor “por enseñarnos que desde la injusticia, el dolor, la corrupción, el hambre, la violencia y la muerte es posible sembrar semillas de Evangelio y hacer surgir luz de vida”. Las palabras de nuestro rector tuvieron como final una presentación realizada por la Congregación Marista con imágenes de la presencia de los Hermanos Mártires en Zaire, donde lo entregaron todo. En Zaire, donde dieron hasta su vida por amor.
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