Mientras muchos disfrutaban de sus días de
vacaciones, un grupo de jóvenes realizaba una experiencia de
ascensión dentro del Movimiento Marcha.
Entre los días 3 y 7 de Enero 102 jóvenes de todos los colegios
Maristas se reunían en Limache para vivir la experiencia de
Campamento de Formación, 28 guías y animadores les acompañaron
en esta aventura.-
El desafío de esta nueva propuesta fue acogida con alegría y
entusiasmo por nuestros alumnos pertenecientes a la cordada
Fuente de Vida y sus guías, dentro de las variadas actividades
tuvimos el desafío de subir la montaña
La Campana se mostraba grande, casi inalcanzable
sin embargo muchos, con esfuerzo, calor, sed, pero pensando que
cada paso era casi el recorrer la propia vida, con dificultades,
momentos de cansancio, pausas en el camino, dudas, lograron con
alegría llegar a la cumbre
Tuvimos la bendición de sentir cada día como si fuera el
primero, oramos la propia vida, descubrimos algo más de la
mística del movimiento y nos reconocimos como cordada
Sin duda la vuelta trae consigo las ganas de asumir nuevos
desafíos, sintiendo que el espíritu acompaña cada paso, que se
pueden elegir los caminos de la mano de María y que Marcelino,
nuestro primer peregrino vive aún con mas fuerza entre nosotros
Asimismo dentro de nuestro propio colegio, en el
mes de Enero los alumnos de la cordada Sarmientos de Vida
estuvieron preparándose con gran cariño y empeño para dar lo
mejor de cada uno en las Colonias de verano.
Durante semanas asistieron a cursos de formación, en los cuales
se daban las mejores herramientas para atender a los niños que
los acompañarían en estas actividades. Demostraron gran corazón
y pasión, trabajaron duramente para hacerles sentir que Dios les
ama y que habita en cada uno de ellos, el cansancio y calor
hicieron lo suyo, pero la alegría de servir fue capaz de vencer
cualquier obstáculo.
Por otro lado, los exalumnos pertenecientes a la
cordada Nueva Esperanza se embarcaron junto a su guía en la
hermosa tarea de ir hacia nuevos caminos y dar a conocer el amor
de Dios
Muchos kilómetros llevaron a los alrededores de
Longaví, donde el sacerdote con los brazos abiertos recibió a
jóvenes de todos los colegios maristas que generosamente
regalaron 10 días de Enero para participar en Misiones.
La preparación llevó muchos meses, la ansiedad y el miedo
estaban presentes, repartidos en varias sedes nuestro campo les
dio la bienvenida, sin muchas comodidades ni lujos, pero con la
gente llena de amor para entregar
Entre duchas de agua fría, sueños en el suelo,
algunos roedores y muchas anécdotas nuestros jóvenes salieron
con confianza a regalar la palabra de Dios
Entre desayunos,
comidas y muchos cariños compartimos con la gente de nuestro
campo, escuchamos sus dudas, sentimientos, hicimos vida el
evangelio
Al terminar, pese al cansancio por las grandes
distancias recorridas a pie en caminos de tierra y piedras nos
dimos cuenta que Dios vive y se hace presente en todas partes,
no importa cómo ni dónde.
Al regresar a Longaví, a la parroquia, luego de una semana,
compartimos con el sacerdote la experiencia vivida, la necesidad
de que haya más gente que los acompañe, que los anime
Al llegar la última noche, hicimos un recorrido por
estos tres años de vivencia en el movimiento, del camino
recorrido, de los temores, alegrías, trabajos realizados, del
crecimiento de nuestra fe
por última vez estábamos como una
cordada
Nuestro envío fue lleno de sentimientos, algunas
lágrimas por separarnos, pero con la invitación de seguir firmes
en nuestra opción, el luchar por nuestra iglesia, el vivir la
vida como oración, la invitación es a seguir desde nuestra vida
de universitarios nuestro carisma, el carisma de nuestro
fundador, el carisma Marista
Como dijo nuestro fundador Jamás se está solo
cuando se está con Dios por eso aún en la distancia buscaremos
siempre lo mejor y seremos un hermano para quien esté a nuestro
lado