En esta primera oportunidad el Grupo Scout daba la bienvenida a los nuevos integrantes de las unidades menores: Lobatos y Golondrinas; así comenzaban a vivir en este estilo propio que caracteriza a quienes disfrutan del aire libre y de la naturaleza precordillerana.

La iniciativa estuvo a cargo del profesor Sergio Merlo Beltrán, quien junto a su equipo de dirigentes y la colaboración de algunos apoderados, fueron ejecutando las diferentes actividades con el fin de crear entre los niños valores como: compañerismo, lealtad y respeto, en armonía con el medio ambiente, para conjugar con el desarrollo físico y mental de quienes participaron y acrecentar la convivencia social y una integración con el mundo natural.

Técnicas propias del montañismo como autodescenso o rapel, que consta del deslizamiento del cerro ocupando una cuerda y el material apropiado, como también el tener la experiencia de cruzar por una pasarela o puente tibetano, fueron la tónica del paseo, donde niños entre 9 y 14 años tuvieron la oportunidad de intervenir; algunos con más valentía, otros con algo de desconfianza, dejaron fluir sus distintas personalidades en medio de la entretención y la responsabilidad necesaria para involucrarse en una salida grupal para ser un montañista que disfruta del aire libre.

Para concluir con las actividades, realizaron una caminata en equipo, hacia el río Clarillo, así pudieron estar en contacto con el agua, aunque las ganas de bañarse quedaron guardadas para otra oportunidad.

El retorno se realizó en el atardecer para reencontrarse con sus familiares quienes les esperaban para escuchar de la aventura desarrollada junto a sus pares.